La recolección
El cultivo de la aceituna es un todo en el que los cuidados del suelo, del árbol y el entorno de biodiversidad son fundamentales, integradores y facilitadores del resultado final que es el fruto de calidad, limpio, sin magulladuras o heridas por golpeo excesivo, caídas al suelo o recogida tardía.
En el caso del fruto obtenido por el método ecológico y biodinámico, se suma además el valor de ser vital, saludable, con una trazabilidad en su proceso de generación en la cual no existe producto químico alguno.
Si hemos llegado al momento de recolección, con un fruto criado con pleno respeto a los procesos naturales, no podíamos hacer menos en la fase de recogida.
¿Esto, qué quiere decir?
Que nuestra aceituna pasa casi directamente del árbol a la almazara. Se recoge mediante procedimientos mecánicos no traumáticos para el fruto.
Disponemos de dos sectores en la finca “producción oleícola familia Almazán-Tavero” que da lugar al aceite de oliva virgen extra ecológico biodinámico.
Una parte es cultivo en seto, de variedad arbequina, donde la recogida es mediante cosechadora que transporta la aceituna directamente al depósito que lo lleva a la molienda o transformación en aceite.
Otra parte corresponde a árboles de uno o dos troncos, separados por 8 metros de distancia, donde la recogida es mediante vibración, paraguas de recogida, de acogida, con apenas ayuda, no tanto de golpeo, si no de fricción realizado por una vara que termina en una especie de dedos que realizan un cierto movimiento de fricción en algunas ramas para facilitar la caída de la aceituna.
Es decir, hemos construido una manera de hacer que respeta la integridad del fruto para que llegue en perfectas condiciones a la almazara.
